sábado, 24 de noviembre de 2007

LA CONJUNCIÓN.








Las conjunciones son partículas invariables que sirven para relacionar palabras y oraciones. Carecen de significado propio pues sólo tienen valor relacionante, dado que son nexos.
Existen dos tipos de conjunciones:


a) Propias: Son las que están formadas por una sola palabra que siempre funciona como conjunción: y, ni, si, pero, o, mas, pues, sino.


b) Impropias: Son las que están formadas por dos o más palabras de distinta naturaleza categorial; son las locuciones conjuntivas: sin embargo, no obstante, así que, porque, aunque, por consiguiente, a pesar de que, por lo tanto, con el fin de que, para que, siempre que, por más que, ya que.


Algunos adverbios y preposiciones pueden llegar a funcionar como conjunciones: como, luego, así, para, entre.

Las conjunciones y locuciones conjuntivas pueden coordinar o subordinar palabras u oraciones; cuando unen palabras, desempeñan la función e nexo coordinante; las palabras enlazadas deben ser de la misma categoría gramatical:


La obra de teatro es para adolescentes y adultos. (Enlaza sustantivos)
Encontré a Martha enferma pero optimista. (Enlaza adjetivos)
Ni aquí ni allá había dejado huellas. (Enlaza adverbios)
Tú o yo lo haremos. (Enlaza pronombres)

Cuando la conjunción relaciona oraciones, pueden cumplir una función coordinante o subordinante; en el primer caso, une oraciones que son independientes entre sí; en el segundo, la oración subordinada introducida por la conjunción, funciona como complemento de la oración principal:

a) Algunas conjunciones que coordinan oraciones:
Raquel se fue muy temprano y su hermana se quedó dormida.
Omar hizo un gesto de reprobación pero nadie lo advirtió.
Pedro visitará a sus primos en la tarde o arreglará el jardín de su casa.

b) Algunas conjunciones que subordinan oraciones:
No se inscribió en el curso porque llegó tarde.
Yo hago la ensalada si me invitas a comer.
Rebeca dijo que no aceptaría las condiciones.

CLASIFICACIÓN DE LAS CONJUNCIONES.

Según la función y el significado que aportan, las conjunciones y locuciones conjuntivas se clasifican en:

Ø COPULATIVAS

Son las conjunciones que coordinan dos o más palabras las cuales desempeñan una misma función. También pueden unir oraciones. Las conjunciones copulativas son y, e, ni:

El domingo compré discos e música hindú, turca y rusa.
Se retiró de la fiesta ciego de vergüenza e ira.
Ni los maestros ni los estudiantes se interesaron por la exposición.
Vio el reloj y recordó su cita con el oculista.
Habló con violencia e hirió a todos los presentes.
No se preocupó por las viudas ni pensó en los huérfanos.

Cuando los términos enlazados son más de dos, la conjunción sólo se escribe entre los dos últimos y en los anteriores se anota una coma para marcar pausa; la conjunción e se usa delante de palabras que inician con i- o hi-. La conjunción ni suele repetirse o combinarse con el adverbio no.

La conjunción que también es copulativa cuando equivale a y; es poco usual y sólo se la encuentra en expresiones como:

Llueve que llueve. Dale que dale.

Ø DISYUNTIVAS

Son conjunciones coordinantes que enlazan palabras u oraciones para expresar posibilidades alternativas, distintas o contradictorias. Las conjunciones disyuntivas son o, u; esta última es una variante de o, que se emplea ante palabras que empiezan por o- u ho-.

Tú o él harán la paella.
Uno u otro deberá pagar.
No sé si domaba leones o amaestraba elefantes.

En ocasiones la alternancia se enfatiza anteponiendo al primer elemento coordinado la conjunción o:

A ese árbol o le cayó un rayo o le prendieron fuego.
O apoyas la causa o te expulsamos.

Ø DISTRIBUTIVAS

Estas conjunciones son coordinantes y enlazan dos términos que expresan posibles opciones; suelen emplearse con esta función, adverbios correlativos como ya… ya, bien… bien, ora… ora. También pueden usarse las formas verbales sea… sea, o fuera… fuera. Tienen poco uso en el lenguaje oral:

La asamblea se realizará ya en el auditorio, ya en la explanada.
Respondía a las agresiones, bien con violencia, bien con serenidad.
Plantaremos el rosal ora en tu jardín, ora en el mío.
Sea una cosa la que hagas, sea otra la que pienses, debes decidirte.
Fuera en verano, fuera en invierno, el hombre caminaba por la carretera.

Ø ADVERSATIVAS

Son conjunciones coordinantes que indican oposición o contrariedad entre los elementos que unen; la contrariedad no siempre es insalvable. Las conjunciones y locuciones conjuntivas más usuales son: pero, mas, sino, sin embargo, no obstante, antes bien, con todo, más bien, fuera de, excepto, salvo, menos, más que, antes, que no:

Quería comprar muchas cosas, pero no le alcanzaba el dinero.
Trataba de resolver el caso, mas no sabía cómo.
No era el momento de descansar, sino de esforzarse más.
Se equivocó de estrategia, no obstante haber analizado todas las consecuencias.
Le ha ido muy mal en la vida, sin embargo, nunca se lamenta.
Estuvo muy bien la reunión, fuera de las impertinencias de mi hermano.
Estudiaba la vida de los reptiles, que no la de los pájaros.
El ensayo no hablaba del tema de la democracia, antes bien, lo evitaba.

La conjunción mas se escribe sin acento, a diferencia del adverbio de cantidad más. Otra conjunción adversativa es empero, que ha caído en desuso. La conjunción aunque adquiere valor adversativo cuando equivale a pero: ese relato es divertido aunque es de mal gusto.
Algunas de estas conjunciones se emplean como nexos discursivos, es decir, para enlazar párrafos; en estos casos, no pierden su valor adversativo.

Ø COMPLETIVAS O COMPLEMENTANTES

Son conjunciones que siempre subordinan una oración a otra; la conjunción completiva más usual es que; en algunas ocasiones se usa con este valor la conjunción si, y en este caso pierde el significado de condición. Se emplean para introducir oraciones con función de objeto o complemento directo y oraciones con función de sujeto:

Reconoció muy pronto que se había equivocado.
Dile que no aceptaré sus disculpas.
Soñé que me quedaba ciega.
Me interesa que llegues a tiempo.
Que resolvamos el enigma es imperativo.
Nos gusta que estés alegre siempre.
No sé si lo encuentre en su oficina.
Nos preguntamos si será controlada pronto la crisis económica.
Felipe no se fijó si traían algo oculto entre las ropas.

La conjunción complementante que puede emplearse, además, para encabezar oraciones exhortativas o exclamativas.
¡Que se mejoren las ventas! ¡Que se vaya!

La conjunción complementante si añade un valor dubitativo o introduce una oración interrogativa indirecta:
No entendí si su gesto era de compasión o de burla.
Dime si debo ofrecer mi ayuda.


Ø CAUSALES

Estas conjunciones siempre subordinan una oración a otra. Expresan la causa o el motivo de la acción verbal. Algunas de las conjunciones y locuciones conjuntivas son: porque, pues, ya que, puesto que, pues que, supuesto que, que, de que, como, por razón de que, en vista de que, dado que, por cuanto, a causa de que, por lo cual.
No recordarás ese sueño porque tu olvido es ancestral.
Regresó caminando a su casa, pues quería hacer ejercicios.
Sospecharon de tu culpabilidad, ya que te escondías.
En vano te cambiarás el nombre, puesto que conocen tus huellas.
No estoy contento, que me abandonaran.
Estamos cansados de que la autoridad nos mienta.
Como era un hombre de poder, todos lo halagaban.
En vista de que no recogiste los cuadros, los donaré al museo.
Dado que estoy mal de salud, no asistiré a la reunión.
José sintió indignación por cuanto le habían dicho de su hijo.
Ellos se preocupaban por su sobrevivencia, a causa de que había gran escasez.

La expresión por qué no es conjunción; se trata de una frase prepositiva formada por la preposición por y el pronombre interrogativo qué. La palabra porqué es sustantivo.

Ø ILATIVAS O CONSECUTIVAS

Expresan la continuación o consecuencia lógica de una acción: luego, así pues, conque, así que, por consiguiente, por tanto, por lo tanto, pues, de manera que, de modo que, que:
Ambicionaba desmedidamente el poder, luego tenía pocos escrúpulos.
¿Quieres obtener tu independencia?... Pues ¡Trabaja!
Nos hicieron muchas críticas destructivas en el congreso, conque no presentaremos nada en el futuro.
Las fábricas contaminaban el valle, así que las autoridades se vieron obligadas a intervenir.
Ema escuchaba una conversación que no comprendía; por consiguiente, se aburrió muy pronto.
La desahuciaron demasiado joven, por tanto se dedicó a viajar.
Lo abrumaron las evidencias, por lo tanto, tuvo que confesar su culpabilidad.
Se fue sigilosamente, de manera que nadie lo sintió.
Me pusieron contra la espada y la pared, de modo que tuve que acatar sus órdenes.

La conjunción que sólo funciona como consecutiva cuando establece una correlación con los adverbios tanto, tan, tal, así; es decir, cuando implica la consecuencia debida a la intensidad de una acción determinada:

Era tal su angustia que vaciló frente al jurado de su examen.
Llovió tanto por la noche que se inundó el estacionamiento del hotel.
Estaba tan entusiasmado que no veía la realidad.

Ø CONDICIONALES

Introducen oraciones subordinadas que expresan la condición que debe cumplirse para que se realice lo señalado en la oración principal. Las conjunciones y locuciones condicionales más comunes son: si, como, en caso de que, siempre que, con tal de que:
Llegaremos menos fatigados si hacemos un recreo.
Como te atrevas a decir semejante barbaridad, te castigaremos.
En caso de que hubieran grabado nuestras conversaciones, estaremos perdidos.
Compraremos ese departamento, siempre que nos autoricen el crédito hipotecario.

Ø FINALES

Introducen oraciones subordinadas que expresa la finalidad o el propósito de realizar la acción del verbo principal. Algunas locuciones conjuntivas finales son: para que, a fin de que, con el objeto de que, con el fin de que:
Le escribo a diario para que no me olvides.
Vine a fin de que aclaremos nuestras diferencias.
El horario de la hemeroteca cambió, con el objeto de que pudieran asistir más usuarios.

Ø CONCESIVAS

Introducen oraciones subordinadas que expresa dificultad para el cumplimiento de lo manifestado en la oración principal, aunque esta dificultad no impide, necesariamente, la realización de la acción. Las conjunciones y locuciones concesivas más usuales son aunque, por más que, si bien, aun cuando, a pesar de que, así, como, siquiera, ya que, bien que, mal que:

Aunque le disgustaba enormemente, escuchó completo el discurso.
Por más que el ser humano esté consciente del ridículo, no puede evitarlo.
No lo admitiría en mi clase, así me lo suplicara de mil formas.
Levantaron el estado de emergencia, si bien la epidemia continuaba haciendo estragos.
La adulación es algo frecuente, aun cuando denigre a quien la practique.
La campaña para defender el medio ambiente, no tiene los efectos esperados, a pesar de que los
ciudadanos han colaborado.

Existen algunas expresiones que tienen significación concesiva y por ello funcionan como locuciones conjuntivas: digan lo que digan, sea como sea, hagas lo que hagas; por ejemplo:

Digan lo que digan, no pienso renunciar a mis derechos de la herencia.
No retiraremos la demanda hagas lo que hagas.

Algunas conjunciones pueden tener varios sentidos y, por ello, es posible encontrar una misma conjunción en distintas clases; es el caso de que, pues, como, si.
LA PREPOSICIÓN.



Las preposiciones son palabras invariables que sirven para relacionar vocablos; son partículas que se emplean para subordinar:

La culpa recayó sobre mí.
Trabajaba todos los días por la mañana.
Le gustaba una mujer de ojos negros.

Los términos relacionados por las preposiciones pueden ser cualquier clase de palabra: sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio o interjección:


La casa de piedra era muy conocida. (sustantivo + sustantivo)
Radiante de alegría, leyó los primeros versos. (adjetivo + sustantivo)
Ese hombre es difícil de convencer. (adjetivo + verbo)
Lo miró desde la ventana. (verbo + sustantivo)
¡Ay de las personas que no sienten! (interjección + sustantivo)
Le gritó desde aquí. (verbo + adverbio)

Las preposiciones se pueden clasificar en simples y en frases o locuciones prepositivas.
Las preposiciones simples son:

a - ante - bajo - con - contra - de
desde - en - entre - hacia - hasta
para - por - según - sin - so - sobre - tras

La preposición so tiene un uso muy restringido y sólo se emplea en contextos como el siguiente:

So pretexto de su enfermedad, no hizo el examen.

Algunas preposiciones en desuso son: allende, aquende, cabe.

Las frases o locuciones prepositivas son de uso muy frecuente; permiten matizar o precisar lo que se enuncia. Pueden estar formadas por:

a) Adverbio y preposición:

antes de después de encima de debajo de
delante de detrás de dentro de cerca de
lejos de atrás de junto a alrededor de

Algunas de estas locuciones equivalen a preposiciones simples como:

delante de --- ante
encima de --- sobre
debajo de --- bajo
detrás de --- tras

b) Preposición , un sustantivo y otra preposición:

con arreglo a de acuerdo con en virtud de
con base en en relación con en nombre de

Es posible emplear dos o más preposiciones juntas cuando se desea expresar un cierto matiz de significado:

Se pelea hasta por un café.
Lo ve hasta en la sopa.
Se asomó por entre las ramas.
Le envié unos patines de a diez pesos.
De por sí estaba fea.
El sueldo le alcanzaba hasta para lujos.
Estoy en contra de las prohibiciones.

Algunas preposiciones se adjuntan a verbos y a adjetivos que las exigen y forman con ellos una unidad; es el caso de los verbos y adjetivos prepositivos que siempre van acompañados de una preposición:

arrepentirse de constar de insistir en
referente a conforme a propenso a

Las preposiciones cumplen una función relacionante y, por ello, su contenido semántico no es tan completo como pudiera serlo el de un sustantivo, un adjetivo o un verbo; el significado de las preposiciones se precisa en el contexto; algunos de los usos y significados más comunes son:





INCORRECCIONES: En México suele decirse: “La oficina abre hasta las cuatro de la tarde”. (Lo correcto es decir, “La oficina no abre sino hasta las cuatro de la tarde”)


EL ADVERBIO.







El adverbio es la clase de palabra que modifica al verbo, al adjetivo o a otro adverbio.

- Fernando llegará mañana. (Modifica al verbo llegará).
- Ramón camina lentamente. (Modifica al verbo camina)
- Ese edificio está bien hecho. (Modifica al adjetivo hecho)
- Ellos están muy tristes. (Modifica al adjetivo triste)
- La situación está bastante mal. (Modifica al adverbio mal)
- Mis amigos viven muy lejos. (Modifica al adverbio lejos)

Su función más importante y más frecuente es modificar verbos para denotar modo, tiempo, lugar, cantidad:

- El presidente habló amenazadoramente.
- Siempre llega con noticias desalentadoras.
- Nosotras vivimos aquí.
- Comió demasiado.

Cuando se refieren a adjetivos o adverbios, intensifican el significado de éstos:

- La ciudad está densamente poblada.
- Mi primo Alberto está gravemente enfermo.
- Rogelio se sentó demasiado cerca de la fogata.
- Cristina Baila extraordinariamente bien.

Los adverbios se caracterizan porque no presentan morfemas flexivos, a diferencia de los sustantivos, adjetivos, artículos, pronombres y verbos; sin embargo, en el habla coloquial es posible encontrar adverbios con morfemas de diminutivos: cerquita, despuesito, lueguito, apenitas, abajito.

Los adverbios constituyen una clase muy grande y heterogénea, en la cual se incluyen no solo adverbios formados por una palabra, sino también las llamadas frases o locuciones adverbiales:

- cara a cara - sin ton ni son - a sabiendas
- a la buena de Dios - de vez en cuando - a regañadientes
- a pie - de prisa - a ciegas
- de cuando en cuando

Es común el empleo de locuciones adverbiales latinas:

- ex profeso - ipso facto - in fraganti
- motu proprio - sui generis - a priori
- a posteriori - verbi gratia - ad hoc
- grosso modo


CLASIFICACIÓN DE LOS ADVERBIOS.

Existen Grandes clases de adverbios: calificativos y determinativos.

a) CALIFICATIVOS:

Pertenecen a este grupo todos los adverbios derivados de adjetivos; en ocasiones se emplean las mismas formas adjetivas con función adverbial. Funcionan como adverbios cuando no tienen flexión y modifican un verbo, un adjetivo u otro adverbio; son adjetivos cuando acompañan un sustantivo y concuerdan con él en género y número:

Adverbios Adjetivos.

Jorge se encuentra muy mal. Humberto es un mal hombre.
Hoy comiste mejor. Mis ideas son mejores que las tuyas.
Será peor decirle que no. Los resultados fueron peores.
Habla muy recio. Iván tiene una recia musculatura.
Trabaja duro. El pan está duro.
Hay que cantar bajo. Es un techo bajo.

Son también adverbios calificativos los que se forman a partir de adjetivos, añadiéndoles el morfema –mente. Estos adverbios, generalmente, indican modo o manera de realizar una acción:

Contestó forzadamente.
Traduce perfectamente.
Revisó el texto cuidadosamente.
Se enfrentaron valientemente.

Los adverbios terminados en –mente que no denotan modo son: primeramente, posteriormente, previamente, últimamente, anteriormente, entre otros, dado que mantienen el valor ordinal o temporal del adjetivo de donde provienen.

En general, es posible formar adverbios terminados en –mente a partir de cualquier adjetivo calificativo, excepto de los gentilicios, de los que se refieren a colores y de adjetivos que denotan características o cualidades físicas que no admitirían una interpretación modal; sin embargo, en ciertos contextos pueden encontrarse: hawaianamente, argentinamente, blancamente, rotamente, de adjetivos como gordo, calvo, delgado, peludo, no es común la formación de adverbios.

Cuando se coordinan dos adverbios terminados en mente, en el primero se omite el morfema para evitar la cacofonía, es decir, se emplean formas apocopadas:

Atrevida y audazmente
Lenta y cuidadosamente
Tierna y amorosamente

Es muy común emplear la forma apocopada sólo, en el caso del adverbio solamente, aunque no esté coordinado con otro: sólo llegaron tres invitados a la fiesta.

Los adverbios terminados en mente derivados de adjetivos que tienen acento ortográfico, lo mantienen:

último últimamente
fácil fácilmente
práctico prácticamente
crítico críticamente

b) DETERMINATIVOS:

Los adverbios determinativos constituyen una clase en la que se incluye un número limitado de formas. En general, se caracterizan porque desempeñan una función similar a la de los pronombres, dado que puede decirse que están en lugar de un nombre:
Trabajamos ahí.

El adverbio ahí señala el sitio donde trabajamos; en su lugar es posible encontrar un sustantivo con función de complemento:
Trabajamos en ese edificio o en ese lugar.
De acuerdo con su significado, pueden distinguirse las subclases:

Ø ADVERBIOS DE LUGAR
Señalan el sitio donde se realiza la acción verbal; los más comunes son: aquí, allí, ahí, acá, allá, cerca, lejos, fuera, afuera, dentro, adentro, encima, debajo, arriba, abajo, delante, adelante, alrededor, detrás, dónde, donde, dondequiera. Por ejemplo:
Mario vive muy cerca.
¿Dónde trabajas?

Ø ADVERBIOS DE TIEMPO
Indican el momento en que se realiza la acción. Los más usuales son: mientras, luego, temprano, antes, después, pronto, tarde, ya, ahora, entonces, hoy, mañana, ayer, nunca, jamás, siempre, todavía, cuándo, cuando. Ejemplos:
Emilio llegó temprano a casa y yo llegué después.
Mañana terminaremos la revisión de los textos.

Ø ADVERBIOS DE MODO
Se refieren a la manera como se realiza la acción. Los más conocidos son: así, apenas, cómo, como. Existen varias locuciones adverbiales de modo: como si nada, a tontas y a locas, cara a cara, de prisa, sin ton ni son. Por ejemplo:
¿Cómo lograste convencerla?
Después de enterarse de lo sucedido, Lucrecia se quedó como si nada.

Ø ADVERBIOS DE CANTIDAD

Indican la acción realizada; muchos de ellos son intensificadores y por ello es muy común encontrarlos modificando adjetivos o adverbios. Los más comunes son: demasiado, más ,mucho, poco, menos, bastante, tanto, casi, nada, cuánto, cuanto, muy:

Carlos duerme demasiado.
Me gusta mucho la música oriental.
Ese problema no es nada obvio.
Su novia es muy alta.

La palabra nada también puede ser pronombre indefinido cuando sustituye un sustantivo, como por ejemplo: no quiso nada para la fiesta, no conseguimos nada, no me importa nada.

Ø ADVERBIOS DE DUDA

Señalan la posibilidad, el deseo o la duda acerca de algo. Los más conocidos son: quizá, tal vez, acaso.
Si digo la verdad en el juicio tal vez me crean.
Quizá mejoren las cosas para el año entrante.

Ø ADVERBIOS DE AFIRMACIÓN

Se utilizan para aseverar o confirmar la acción del verbo; algunos de ellos son: sí, ciertamente, también:
Yo sí consideré todos los contratiempos.

Ø ADVERBIOS DE NEGACIÓN

Se emplean para negar el verbo o algún complemento oracional; los más usuales son no tampoco:
Agustín tampoco estuvo de acuerdo.
Mi prima no compró tapetes persas.